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Pastor Oropeza

Médico pediatra, profesor universitario. Iniciador de la atención materno-infantil, de los estudios de Pediatría y del conocimiento de la puericultura en Venezuela. Nació en Carora (Edo Lara) el 12 de Octubre de 1901. Hijo de Lisímaco Oropeza y Sofía Riera. Sus estudios primarios y secundarios los realizó en su ciudad natal hasta graduarse de bachiller en filosofía y letras en el Colegio Federal (1916). Trasladado a Caracas en 1918, cursó la carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela hasta recibirse de doctor en ciencias médicas (1924).

Su sensibilidad por las luchas sociales se manifestó ya por esta época, al caer preso en 1921 por su participación en la huelga de tranviarios de Caracas. Graduado de médico y después de desempeñar algunas misiones cortas en Villa de Cura y Tocorón (estado Aragua), regresó a Carora en 1925, donde se dedicó al ejercicio de su profesión sin fines de lucro en el hospital de San Antonio de Padua. En 1927 viajó a Francia con el fin de ampliar sus conocimientos médicos en la Universidad de París, institución que le otorgó al año siguiente el título de médico colonial, con especialización en pediatría. Sus principios democráticos y su indoblegable personalidad lo llevaron nuevamente a caer preso, esta vez entre 1930 y 1931, en la prisión de «Las Tres Torres» de Barquisimeto por orden de Eustoquio Gómez. Al quedar en libertad contrajo matrimonio con Egilda Herrera Gutiérrez con quien procreará 4 hijos. A raíz de la publicación de su primer libro El niño (1935), Enrique Tejera, ministro de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), lo invitó a incorporarse al recién creado despacho. Primero debió viajar a Cuba y Puerto Rico para conocer los programas de salud materno-infantil implantados de acuerdo con la experiencia desarrollada en los Estados Unidos. A su regreso auspició la creación de la División Materno-Infantil del MSAS, de la cual fue nombrado jefe (1936); del Consejo Venezolano del Niño (1936), entidad para la cual redactó el decreto de creación y que constituye hoy el Instituto Nacional del Menor; del hospital municipal de Niños de Caracas (1937), luego transformado en hospital de Niños J.M. de los Ríos; del Instituto Nacional de Puericultura (1937); de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, entre otras instituciones. Como docente enseñó puericultura, dietética y pediatría en varias instituciones de Caracas como la escuela de Artes y Oficios de Mujeres y la escuela de Enfermeras (1936-1941); ejerció el decanato de la Facultad de Medicina (1948) y empezó a dictar cursos de su especialidad en el postgrado de pediatría de la UCV (1949).

Derrocado el presidente Medina se dedicó única y exclusivamente al ejercicio de su profesión y a la docencia, hasta que en 1953 fue destituido junto con otros profesores por el Consejo de Reforma de la UCV a raíz de no haber estado de acuerdo con una serie de cambios ordenados por el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez. Sus convicciones democráticas lo llevarán a ser detenido a principios de 1958, en los últimos días del régimen de Pérez Jiménez. En sus numerosas publicaciones, unos 100 títulos, entre libros, folletos, artículos y ponencias, están presentes sus preocupaciones: protección infantil, enfermedades en los niños (tétano, diarreas, enteritis, etc.) Su labor científica ha sido reconocida por unanimidad tanto en Venezuela como en el extranjero. Son varios los hospitales que llevan su nombre en nuestro país, entre ellos el de Carora, su ciudad natal, y el del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en Barquisimeto.


La mano mioeléctrica

José Orlando Ramírez, el presidente de la empresa venezolana Bio Ingeniería y Robótica, presentó una mano artificial de su compañía en el III Congreso Internacional sobre Domótica, Robótica y Teleasistencia para todos (DRT4ALL), que se celebra en Barcelona.

La 'mano mioeléctrica' "sirve de prótesis para aquellas personas que hayan sufrido una discapacidad por amputación traumática o congénita por debajo del codo y que aún conserven actividad eléctrica-muscular", dijo Ramírez.

Según explicó que el término 'mio' está asociado a los músculos y la palabra 'eléctrica', significa aprovechar "los potenciales eléctricos para controlar la mano artificial".

La diferencia entre su creación y la de otras manos es que éstas tienen tres dedos y la 'mano mioeléctrica' tiene cinco dedos e independencia en cada uno de ellos, 'con 20 grados de libertad o articulación'. Los dedos tienen una independencia completa por lo que los objetos que se pueden coger con ella "pueden ser irregulares, de diferentes tamaños o frágiles". "Incluso permite escribir con ella después de un pequeño proceso de aprendizaje que siempre se enseña al paciente".

Esta hecha de materiales livianos, elaborada con polímeros altamente resistentes y livianos que "han sido probados como materiales ortopédicos que no lastiman al paciente", explicó Ramírez.

El funcionamiento electromecánico de la mano contiene una tarjeta digital que "procesa las señales eléctricas de los músculos y, posteriormente, los sensores codifican esa energía para generar los movimientos de la mano". "Se emplean herramientas de diseño asistido por ordenador para el diseño y construcción de los componentes de la mano, tomando en consideración la antropometría del paciente", explicó Ramírez.


Rafael Rangel



Rafael Rangel

Padre de la Parasitología y del Bioanálisis en Venezuela

1877 - 1909

Nació el 25 de abril de 1877 en Betijoque (Edo. Trujillo) y murió el 20 de agosto de 1909 en Caracas.

Rafael Rangel fue un científico e investigador que se dedicó al estudio de las enfermedades tropicales. Se le reconoce principalmente por ser el primero en describir en Venezuela al Necator americanus, es considerado como el padre de la parasitología de nuestro país.

Sus padres fueron Teresa Estrada y Eusebio Rangel. No obstante, fue criado por su madrastra María Trinidad Jiménez de Rangel.

En 1896 obtuvo el diploma de bachiller en filosofía en la Universidad del Zulia, y en septiembre de ese año inició sus estudios de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Al término del segundo año, abandonó la carrera para dedicarse al laboratorio y a la investigación.

Durante su época de estudiante, trabajó como asistente del Dr. José Gregorio Hernández, fundador de la Cátedra de Histología Normal y Patológica y de la Fisiología Bacteriología. Junto a Hernández terminó de familiarizarse con las técnicas de microbiología. Además, participó en los cursos de bacteriología dictados en el Instituto Pasteur de Caracas, bajo la dirección del Dr. Santos Aníbal Domínici.

A comienzos de 1902, fue designado director del recién creado Laboratorio del Hospital Vargas de Caracas. A partir de ese momento empezó a desarrollar su vocación científica, demostrando gran capacidad organizativa e iniciativa para emprender proyectos de investigación sobre problemas locales de salud pública. En 1903, emprendió el estudio que más fama le ha dado, el de la anquilostomiasis como agente casual de anemias graves en el medio rural. En ese momento es cuando describe al Necator americanus, y publica varios artículos.

En 1904, se entera de que tal especie ya había sido descubierta por un científico norteamericano llamado Stiles. Sin embargo, su hallazgo permitió que se tratara de forma adecuada lo que anteriormente se diagnosticaba como la enfermedad de Bright, una inflamación del riñón.

Se traslada a los llanos en 1905 y logra desentrañar la causa de “la peste boba”, una enfermedad que afectaba a los caballos. A raíz de eso, describió una nueva variedad del Trypanosoma evansi al que bautizó como Trypanosoma Venezuelense.

Cerca de la cuidad de Coro, entre 1906 y 1907, estudió la enfermedad conocida como “el grito de las cabras”. Allí demuestra experimentalmente que el agente causal es el Bacillus anthracis o ántrax.

A mediados de marzo de 1908, se encargó del estudio y control de una epidemia de peste en La Guaira. Se creía que era peste bubónica, pero los primeros análisis de Rangel arrojaron un resultado negativo. En consecuencia, el puerto continuó trabajando hasta que semanas más tarde el científico anuncia que si se trata de la peste, y que es necesario cerrar La Guaira.

Cipriano Castro, presidente de la República para la época, lo pone a cargo de la campaña sanitaria. En menos de un mes, Rangel declaró terminada la epidemia.

Este incidente de La Guaira desencadenó una serie de ataques en contra de Rafael Rangel. Se le acusó de no haber diagnosticado a tiempo la enfermedad y de haber malversado el dinero de la campaña antipestosa. Además, le negaron una beca para estudiar en Europa.
Todo esto lo sumió en una profunda depresión, que acabó el 20 de agosto de 1909, cuando vestido de bata blanca en su laboratorio se suicidó tomando cianuro.
Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 20 de agosto de 1977.

Recientemente en Barquisimeto, a los Dieciocho días del Mes de Noviembre de 1999, reunidos, el Presidente del Consejo Superior, el Rector, el Vice Rector Académico, el Vice Rector Administrativo, la Secretaria General, los Decanos, Directores de Escuela, Profesores y Estudiantes de la Universidad Fermín Toro, se procedió en acto público y solemne al conferimiento del Doctorado Honoris Causa (Post-Mortem) al sabio Rafael Rangel, conforme a lo aprobado por unanimidad en la Sesión Ordinaria del Consejo Universitario N° 90, realizada el 02 de Noviembre de 1999.

“La Trayectoria humana de Rangel y su obra, deben relatarse siempre, en voz muy alta para que repercuta en el sentir de los Venezolanos, y con tenacidad de martillo, remache lo que hizo un hombre por su Patria, por su pueblo y por su raza”.

Mano Artificial para personas con Amputaciones Traumáticas o Congénitas

El presidente de la empresa venezolana Bio Ingeniería y Robótica, José Orlando Ramírez, presentó en el transcurso del III Congreso Internacional sobre Domótica, Robótica y Teleasistencia para todos (DRT4ALL), una mano artificial o "mano mioeléctrica", que "sirve de prótesis para aquellas personas que hayan sufrido una discapacidad por amputación traumática o congénita por debajo del codo y que aún conserven actividad eléctrica-muscular".

Ramírez explicó que el término "mio" está asociado a los músculos y la palabra "eléctrica", significa aprovechar "los potenciales eléctricos para controlar la mano artificial".

La diferencia entre su creación y la de otras manos de producción importada, es que éstas tienen tres dedos y la "mano mioeléctrica" tiene cinco dedos e independencia en cada uno de ellos, "con 20 grados de libertad o articulación".

Los dedos tienen una independencia completa por lo que los objetos que se pueden coger con ella "pueden ser irregulares, de diferentes tamaños o frágiles". "Incluso permite escribir con ella después de un pequeño proceso de aprendizaje que siempre se enseña al paciente".

Está elaborada con polímeros altamente resistentes y livianos que "han sido probados como materiales ortopédicos que no lastiman al paciente", explicó Ramírez quien añadió que para su funcionamiento electromecánico, contiene una tarjeta digital que "procesa las señales eléctricas de los músculos y, posteriormente, los sensores codifican esa energía para generar los movimientos de la mano".

"Se emplean herramientas de diseño asistido por ordenador para el diseño y construcción de los componentes de la mano, tomando en consideración la antropometría del paciente", explicó Ramírez.

'La mano mioeléctrica'

José Orlando Ramírez, el presidente de la empresa venezolana Bio Ingeniería y Robótica, presentó una mano artificial de su compañía en el III Congreso Internacional sobre Domótica, Robótica y Teleasistencia para todos (DRT4ALL), que se celebra en Barcelona.

La 'mano mioeléctrica' "sirve de prótesis para aquellas personas que hayan sufrido una discapacidad por amputación traumática o congénita por debajo del codo y que aún conserven actividad eléctrica-muscular", dijo Ramírez.

Según explicó que el término 'mio' está asociado a los músculos y la palabra 'eléctrica', significa aprovechar "los potenciales eléctricos para controlar la mano artificial".

La diferencia entre su creación y la de otras manos es que éstas tienen tres dedos y la 'mano mioeléctrica' tiene cinco dedos e independencia en cada uno de ellos, 'con 20 grados de libertad o articulación'. Los dedos tienen una independencia completa por lo que los objetos que se pueden coger con ella "pueden ser irregulares, de diferentes tamaños o frágiles". "Incluso permite escribir con ella después de un pequeño proceso de aprendizaje que siempre se enseña al paciente".

Esta hecha de materiales livianos, elaborada con polímeros altamente resistentes y livianos que "han sido probados como materiales ortopédicos que no lastiman al paciente", explicó Ramírez.

El funcionamiento electromecánico de la mano contiene una tarjeta digital que "procesa las señales eléctricas de los músculos y, posteriormente, los sensores codifican esa energía para generar los movimientos de la mano". "Se emplean herramientas de diseño asistido por ordenador para el diseño y construcción de los componentes de la mano, tomando en consideración la antropometría del paciente", explicó Ramírez.

Una mano eléctrica sostiene una moneda entre los dedos. | elmundo,.es

Interferencia del ARN para evitar la replicación del VIH

El microbiólogo venezolano José Andrés Esté lleva seis años en la sección de Retrovirología de la Unidad de Sida del hospital Germans Trías y Pujol, situado en las afueras de Barcelona, España, con un firme propósito: contribuir en la batalla contra el virus de inmunodeficiencia humana. Además de formar parte del grupo de investigadores que asistirá a Toronto para compartir sus hallazgos en la conferencia mundial, José Andrés Esté recibirá un premio de AIDS Magazine porque su trabajo sobre interferencia del ARN para evitar la replicación del VIH fue de los más citados en 2002.
"La interferencia del RNA puede usarse como una suerte de medicamento para impedir la expresión del virus. En el laboratorio intervinimos la expresión del gen celular para, a su vez, inhibir la capacidad de expresión del VIH en la célula y su duplicación, reproducción", explica el investigador de 39 años de edad.

Vitil Venz

El “Vitil Venz” fue descubierto cuando buscaban cura para el dengue hemorrágico. Se distribuye de manera gratuita. Efectuadas en un año más de 300 pruebas en pacientes, obteniendo resultados de hasta 99% de efectividad. Las consultas se hacen en el Hospital La Ovallera, cerca de Maracay.
Dos médicos venezolanos, del estado Aragua, descubrieron un nuevo medicamento que podría significar la cura contra el vitiligo.
Yaneth Rojas y Abel Poleo, ambos investigadores de la Universidad de Carabobo, manifestaron a PANORAMA que desde el 2001 trabajaban para precisar la causa de una fiebre hemorrágica en la población de Guanarito, estado Portuguesa.
Observaron cómo pacientes con esta enfermedad y el vitiligo mostraron mejoría en la pigmentación de la piel, tras el novedoso tratamiento puesto en práctica.
Rojas, especialista en salud pública y medicina tropical, explicó: “Comenzamos a tomar biopsias de pacientes con vitiligo que padecían la hemorragia, notamos la fallas a nivel de melanocito (célula pigmentaria), el cual se encontraba en estado disfuncional, producto de reacciones bioquímico-moleculares y de allí comenzamos a probar con estimulantes mitocondriales y antioxidantes, dado que (la enfermedad) es producida por un estrés oxidativo”.
Agregó: “Dimos con unas plantas que llamamos ‘factor X’, las cuales nos permitieron estimular las mitocondrias de la célula melanocito, lo que condujo a la repigmentación de la piel”.
Durante el 2004 iniciaron el ensayo con pacientes con vitiligo, con resultados favorables, y lograron que el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales se interesara en el fármaco y ofreciera el financiamiento al equipo médico permitiéndoles elaborar el medicamento “Vitil Venz”, en presentación crema.
Tratamiento
Dentro de los componentes de la crema se incluyen “la planta ‘factor X’ (mantienen la reserva del nombre, pero tiene el elemento que activa la regeneración del melanocito), enzimas obtenidas de frutas, la coenzima Q (regenera tejidos), coenzima R, alanina, serina, entre otros”.
Poleo, especialista en virología, dijo que actualmente el “Vitil Venz” se encuentra en período de registro ante el Instituto Nacional de Higiene, siendo Irene Moreno la farmaceuta patrocinante.
Al equipo se unen el técnico preparador de la crema, Lázaro Alaín Soca y Juan Poleo, asesor jurídico.
El producto será elaborado por un laboratorio que lo entregará al Seguro Social para distribuirlo a los pacientes de manera gratuita.
Aunado al Vitil Venz -de aplicación diaria-, los pacientes deben cumplir un régimen alimenticio, en el cual están excluidos los enlatados, colorantes y químicos.
“Son productos tóxicos que llegan a la piel, intoxicándola y generando la disfuncionalidad del melanocito, por ello también recomendamos un antioxidante vía oral”, manifestó Poleo.
Incidencia:
Refiere el especialista Abel Poleo que en cuanto a la incidencia del vitiligo, oficialmente, manejan 2% de la población.
Sin embargo, “cómo explicas que a las consultas nos llegan entre 20 a 40 personas a diario y en cada jornada se masifican entre 100 y 150 personas. Por ejemplo tenemos una jornada para julio en El Llanito, a realizar en el Hospital Domingo Luciani (Caracas), y ya hay 500 pacientes anotados, es decir, hay un subregistro”.
Estima que la población afectada alcance al menos 5%.
A la fecha han realizado más de 300 pruebas en pacientes con resultados de 99% de efectividad, señaló Poleo.
Consultas:
Las consultas con ambos especialistas es gratuita y se realiza en el Hospital La Ovallera, ubicado en el municipio Libertador, a 10 minutos de Maracay. Los pacientes son atendidos de lunes a viernes, en horas de la mañana en el referido centro asistencial. Junto con Poleo y Rojas labora la doctora Ruth Gaviria.
“Luego de la primera consulta iniciamos el seguimiento. Las personas deben acudir mensualmente, además realizamos jornadas para evaluarlos”, confirmó Rojas
“Como es un regenerante celular, no está contraindicado para ninguna persona, incluso tiene efecto antinflamatorio”, dijo.

Entre los planes de los galenos se prevé la preparación de un equipo de dermatólogos, en cada región del país, para atender la demanda de pacientes.

DATOS CLAVE
Reciben a pacientes provenientes de Colombia, Cuba, España y Argentina.
Recomienda ingerir vegetales, frutas, todo lo natural, evitando carnes rojas y enlatados.
“La publicidad la han generado los mismos pacientes que dan testimonio de su curación, tanto en niños como en adultos”, señaló Abel Poleo.
En agosto habrá una jornada en Nueva Esparta, y para la primera semana de diciembre tienen previsto realizar consultas en el Hospital Adolfo Ponds, en Maracaibo.

Martin Mayer y la Bacteria Bartonela Muris

Martín Mayer: Sus trabajos sobre paludismo, enfermedades de los países tropicales y parasitología incluyendo el descubrimiento de la Bartonela muris, bacteria transmitida por las ratas, lo consagran como uno de los más destacados médicos tropicalistas del siglo XX.
Contratado por el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, mientras se hallaba acosado por la persecución nazi, llega a Venezuela el 15 de abril de 1939. Trabaja en el departamento de Investigaciones del Instituto Nacional de Higiene del Ministerio de Sanidad (1939-1951), junto con Félix Pifano y dirige la cátedra de Patología Tropical en la Universidad Central de Venezuela que le confiere, en 1947, el título de Doctor "Honoris Causa".
Introduce en Venezuela la intradermo-reacción con bilharzina para determinar el diagnóstico de la bilharziosis, así como la intradermo-reacción con leishmanina para el diagnóstico de la leishmaniasis.
Sus artículos sobre malaria, bilharziosis, mal de Chagas y leishmaniasis tegumentaria, publicados en la Revista de Sanidad y en Archivos Venezolanos de Patología Tropical y Parasitología Médica entre 1941 y 1951 constituyen las valiosas contribuciones de quien es considerado como uno de los maestros en parasitología en el país.

Baruj Benacerraf y el Complejo mayor de Histocompatibilidad

Baruj Benacerraf es un venezolano que ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1980, por sus descubrimientos relacionados con estructuras determinadas por la genética en la superficie de la célula que regulan las reacciones inmunológicas, más concretamente los genes que regulan el Complejo mayor de histocompatibilidad. Que es la clave para las pruebas de paternidad y el análisis del sistema inmunológico.
El complejo mayor de histocompatibilidad humano, o sistema HLA, está localizado en el brazo corto del cromosoma 6. Sus genes codifican tres tipos de moléculas. Los antígenos clase I (HLA-A, B, C y E) están formados por una cadena pesada unida no covalentemente a la β2-microglobulina y se expresan en la superficie de la mayoría de las células nucleadas del organismo. Estos antígenos actúan como elementos de restricción en la activación de los linfocitos T CD8+. Los antígenos clase II son dímeros compuestos por cadenas α y β y su distribución tisular está limitada sólo a algunos tipos de células. Estas moléculas actúan restringiendo la presentación de antígenos a los linfocitos CD4+. Los antígenos de clase III son proteínas plasmáticas del sistema del complemento. Los diferentes loci del sistema HLA son muy polimórficos y sus productos se heredan en bloques conocidos como haplotipos. Debido a que los diferentes grupos étnicos presentan variaciones en la frecuencia de ale ios y haplotipos, el HLA ha sido muy útil en los estudios antropogenéticos.
Algunos antígenos HLA están presentes en pacientes con determinadas enfermedades con una frecuencia significativamente diferente a la encontrada en la población general. Estos hallazgos han sido de gran importancia para comprender la patogénesis y los mecanismos genéticos de resistencia o susceptibilidad a dichas enfermedades. En el campo de los transplantes de órganos, la compatibilidad HLA donante-receptor correlaciona con la sobrevida del injerto. El sistema HLA también parece tener mucha importancia en los fenómenos inmunológicos que ocurren durante el embarazo.
Debido a la gran importancia teórica y práctica del sistema HLA en genética, inmunología y medicina en general, su estudio continuará siendo un campo muy activo de investigación básica y clínica.

Rodmey Martínez y su Desinfectante Gerdex

La invención de Gerdex, un desinfectante de alto nivel, utilizado en hospitales y clínicas, es una odisea criolla con todos los ingredientes de humor y tenacidad que implica esa categoría. Su inventor: Rodney Martínez, un administrador que se dedicaba a comercializar equipos médicos cuando llegó el funesto viernes negro.
Su misión: decidió crear un anticorrosivo con la ayuda de un libro de 20.000 fórmulas industriales y sin más nociones de química que las aprendidas en bachillerato. A pesar de lo improbable que resultaba su propuesta, Martínez se entregó a ella durante dos años con fe a prueba de obstáculos. Su esposa lo apoyó hasta el punto que, a la hora de hacer los exámenes microbiológicos, vendieron desde el carro hasta la acción en el club. Gracias a esos estudios, obtuvo el veredicto. “En el IVIC me dijeron: no lograste un corrosivo, pero tienes tremendo desinfectante”. Algo es algo, se dijo. Allí vino la segunda prueba marital: vender la casa para costear la producción. “Durante un tiempo vivimos en un hotel de Sabana Grande, mi mujer, mis hijos, mi suegra y yo”, recuerda Martínez con el humor de las pruebas superadas. Luego de la odisea, el destino sólo podía ser benigno. “En el IVIC me dijeron: aquí tienes la octava maravilla y yo me morí de la risa”.

Pero lo cierto es que su invento comenzó a generar beneficios inesperados. “Se demostró que no es tóxico y aniquila la flora microbiana en 30 minutos, cuando los otros lo hacen en seis horas”. Martínez comenzó a hacer desde las etiquetas, hasta enfrentar con cara de póker la frase de “¿Es venezolano? Entonces no lo compro”. Una vez más, venció la persistencia. “En 1987 lanzamos Gerdex y en 1995 teníamos 52% del mercado local”. El producto adquirió notoriedad no sólo en la desinfección de instrumentos médicos. Además, reveló virtudes inesperadas. “Ha sido utilizado con éxito en el tratamiento de personas quemadas”, asegura Martínez con pruebas en la mano.

Aunque todavía no ha sido aprobado su uso como antiséptico, hay quienes lo emplean hasta para hacer gárgaras (incluido su inventor). A estas alturas, la apuesta de Martínez ha dado dividendos. No sólo surte al mercado nacional y latinoamericano. Tal es la demanda en Europa, que va abrir una planta en España y cuenta con el aval del Instituto Pasteur de Francia.
“En Alemania lo han utilizado incluso para limpiar los establos contra el mal de las vacas locas”.

Humberto Fernandez Moran y su Bisturi Punta de Diamante

Humberto Fernández Morán nació en Maracaibo el 18 de febrero de 1924. Pasó el resto de su infancia y adolescencia entre Curazao, Estados Unidos, Venezuela y Alemania, donde culminó sus estudios de bachillerato para luego matricularse en la facultad de medicina de la Universidad de Munich. Allí finalizó sus estudios a los 21 años, con los máximos honores.
En 1944 regresó a Venezuela, y laboró en el hospital psiquiátrico de Maracaibo. Los dos años siguientes los dedicó a la realización de una especialización en Neurología y Neuropatología en los Estados Unidos. De esta experiencia surgió la creación del "bisturí de diamante", empleado mundialmente para cortes ultrafinos tanto de tejidos biológicos como de muestras lunares traídas a la Tierra, convirtiéndose por ello en el primer venezolano y único latinoamericano en recibir el galardón John Scott en Filadelfia, luego de lograr otras patentes de la útil herramienta.
Paralelamente, este bisturí se emplea en la producción de lentes ópticos de alta precisión y como escalpelo en microcirugía.
En 1946 se trasladó a Estocolmo para trabajar en el Hospital Serafimer, y tal fue el efecto que causaron en él las muertes producto de tumores malignos, que decidió enfocar sus investigaciones hacia la organización de las células tumorales. Ese mismo año visitó al Prof. Manne Siegbahn (Premio Nobel de Física, 1924), quien lo invitó a trabajar en los laboratorios de microscopía electrónica del Instituto Nobel de Física que dirigía. Allí se formó entonces como microscopista electrónico, y concibió la crio-ultramicrotomía 1 y la cuchilla de diamante para ultramicrotomía 2, con la que logró más de una docena de patentes. Fernández-Morán regresó a Venezuela en 1954 invitado para desarrollar un centro regional para investigación y entrenamiento en investigaciones neurológicas y cerebrales.
El investigador fundó el Instituto Venezolano de Investigaciones Neurológicas y Cerebrales (IVNIC) en abril de ese año, como un ente gubernamental autónomo adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. El IVNIC (llamado IVIC desde 1959) fue sede de la Biblioteca Científica de Latinoamérica, del primer reactor nuclear y de investigaciones que colocaron a Venezuela en el panorama científico mundial, gracias a la labor e iniciativa del médico y su equipo.
En 1958, tras desempeñar por apenas diez días el cargo de ministro de educación, Fernández-Morán viaja a los Estados Unidos para trabajar en el Massachusetts General Hospital de Boston y colaborar con el reconocido Instituto de Tecnología de Masschussets (MIT). En 1962, asumió el cargo de profesor de Biofísica en la Universidad de Chicago sin dejar de lado sus trabajos en el concepto de crio-microscopía electrónica, el uso de lentes superconductoras y el crio-ultramicrotomo.
En 1985 viajó a Estocolmo, donde residió hasta su muerte, acaecida en 1999. Afortunadamente, sus contribuciones aún siguen siendo la base de numerosos estudios en medicina, biofísica, bioquímica, citobiología, criobiología, endocrinología, física de bajas temperaturas, genética, neurofisiología, ultraestructura celular y virología. Durante su carrera, Fernández-Morán fue galardonado en diversas ocasiones tanto en Venezuela, como en el exterior, por sus contribuciones con distinciones como el Sillón XXVI de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, la designación en su honor del Departamento de Biología Estructural Humberto Fernández-Morán, la Orden del Libertador; Orden Francisco de Miranda, Grado de Comendador; Orden "Dr. Enrique Tejera París"; Profesor Honorario de la Universidad del Zulia; Orden y Título de Caballero de la Estrella Polar conferida por el Rey de Suecia; Medalla Claude Bernard de la Universidad de Montreal; Honoris Causa de la Universidad de Milton; Premio Médico del Año otorgado en Cambridge y un Reconocimiento Especial otorgado por la NASA con motivo del décimo aniversario del Programa Apolo.
Un venezolano ilustre. Es así como puede definirse a este hombre de ciencia quien con sus aportes hizo de Venezuela, cuna de investigaciones que hoy día son referencia obligada para el desarrollo tecnológico mundial.

Entrevista a Jacinto Convit

Por: Panorama Digital
Fecha de publicación: 17/06/10

17 de junio 2010.-
El médico Jacinto Convit desarrolla la autovacuna contra el cáncer. Los efectos secundarios son mínimos. Es el creador de la vacuna antilepra.
El llamado doctor de la lepra Jacinto Convit, a sus casi 97 años (1913), es el director del Instituto Nacional de Biomedicina y es considerado como unos de los cinco científicos latinoamericanos que cambiaron al mundo por su incansable lucha contra la lepra y la leishmaniasis.
Éste eminente científico venezolano, aún sigue atendiendo su consulta y trabaja en el desarrollo de la autovacuna contra el cáncer, hallazgo que ha llamado la atención de la prensa internacional.
¿Le parece correcto decir que su estudio es una vacuna contra el cáncer?
—No, en realidad debería llamarse la autovacuna, porque pareciera que es un tratamiento preventivo y no es así; esto solo puede ser aplicado a los enfermos con cáncer.
¿Si no es preventiva, entonces de qué se trata?
—Es una vacuna curativa hasta tanto siga siendo objeto de estudio y analicemos las evaluaciones y resultados posteriores. Tenemos tres años haciéndole un seguimiento a los pacientes acá en el instituto de Biomedicina, pero estos procesos no pueden ser simples ni acelerados.
¿Qué efectos produce la autovacuna en los pacientes con cáncer?
—Para empezar, el tratamiento es una combinación de una porción de células cancerígenas procesadas e inactivas del paciente, junto con el componente BCG. Al aplicarla hemos notado una estimulación inmunológica al organismo para localizar las células tumorales y en algunos casos neutralizarlas.
¿Hay alguna mejora o respuesta tangible en los enfermos?
—Al aumentar o estimular la condición inmunológica de por sí mejora el estado de salud en cualquier paciente. Los efectos secundarios son mínimos, tan solo una reacción cutánea (inflamación) donde es aplicada la inyección. Son tres vacunas en un periodo de 18 semanas.
¿El proceso es un equipo entre los oncólogos y ustedes (Infectólogos –científicos)?
—Eso es lo ideal, trabajar en línea porque los oncólogos son los tratantes del paciente. Además cada persona tiene su médico y por eso nosotros requerimos un informe autorizado, siempre que sea esta la voluntad del enfermo.
¿Quiénes califican para aplicarse la autovacuna?
—Cada caso es diferente, depende del avance de la enfermedad, pero al requerirse las células cancerígenas del propio paciente, hemos avanzado más rápido en los de cáncer de mamas, estómago y cerebrales. Ninguno es descartable.
¿Es recomendable la autovacuna mientras se aplican quimio o radioterapias?
—Por eso es importante que los especialistas oncólogos sepan de nuestro trabajo y sea una mancomunidad de criterios y esfuerzos. Para la autovacuna sería más conveniente no aplicar la quimioterapia ya que sus efectos colaterales son más fuertes en el sistema inmunológico del paciente. Sin olvidar que cada caso es distinto.
¿Cuánto vale la autovacuna contra el cáncer?
—Es gratuita absolutamente. El costo para nosotros podría decirle que son quizás entre 5 y 10 dólares cada una. El proceso lo estudiamos y aplicamos en el Instituto Nacional de Biomedicina (Caracas).
¿El estudio podría ser patentado por un laboratorio?
—No, porque se hace con las células de cada enfermo. Tampoco se hizo este estudio científico para ganar dinero.
A usted le gustaría optar por un Premio Nobel de Medicina?
—Sería una falta de consideración de mi parte decir que no me agradaría tal distinción, pero le puedo asegurar que ganar ningún premio me quita el sueño.
¿Algún mensaje para los estudiantes de medicina científica?
—Hay que estudiar e investigar mucho y hay que pensar bastante. Debemos evitar que la medicina se convierta en un campo solo de dinero, y no olvidar que es también una profesión humanista.

Vacuna contra el Cancer

El Director del Instituto Nacional de Biomedicina del Hospital Vargas en Venezuela Jacinto Convit informo hoy, “Hemos desarrollado a través de terapias de inmunología la vacuna contra el cáncer de seno, de cólon y de estómago”.
El invaluable científico venezolano, lanzó este enunciado y agrego que “el precio es enorme para combatir estas enfermedades, las terapias de quimioterapia son sumamente costosas para los pacientes, la quimio puede costar cerca de 3.000 dólares, la vacuna que venimos desarrollando en inmunoterapia del Vargas es gratuita”.
El investigador comentó que tal vacuna está compuesta por células mutantes del paciente, las cuales poseen varios tipos de células y no una sola, “la mutación es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar un gramo de células cancerígenas que tan sólo tienen si acaso el costo de 5 dólares, el paciente desarrolla una mejoría en su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen las células cancerígenas”. Sin embargo, no todo queda allí, el especialista, indicó que ha obtenido grandes resultados en los pacientes a quienes se les ha suministrado esta vacuna, en mención especial a las afectadas con cáncer de seno, que a su juicio “son las que asisten a nuestro recinto, con una inmensa fe y en gran cantidad”. Por lo que sostiene, “como esta vacuna no hay ninguna, en el país no es frecuente la producción de vacunas, somos más bien quienes las recibimos de otros países”.
El investigador concluyo indicando que desde el Hospital Vargas queremos contribuir en la vida de los pacientes, queremos impartir tratamientos, no buscamos dinero de nadie, sólo llamamos a los enfermos para que asistan a este instituto.

Vacuna de la Lepra

El Dr. Jacinto Convit de nacionalidad Venezolana junto a un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Dermatología, demostraron que tanto contactos Mitsuda negativos de pacientes, así como enfermos lepromatosos, eran incapaces de eliminar el M. leprae muerto por el calor cuando éste se le inyectaba por vía intradémica. Al biopsiar al mes el sitio de la inyección se encontró que las personas anérgicas al M. leprae desarrollaban un granuloma macrofágico con persistencia de los bacilos inyectados. Si a estos mismos individuos se le inyecta otra micobacteria, como el BCG, eran capaces de desarrollar un granuloma inmune con liberación del BCG.

En 1973 se demostró que la inyección de M. leprae muerto por el calor más BCG vivo en estos mismos individuos no reactores, induce la formación de un granuloma inmune, con la eliminación de ambas microbacterias. Estos resultados hicieron suponer que la mezcla era capaz de estimular los macrófagos con una posible producción de inmunógenos capaces de revertir el defecto de inmunidad celular en estas personas.

En base a estos trabajos y tomando en cuenta la experiencia de este grupo en la utilización de BCG y del M. leprae sólo, tanto en contactos como en enfermos, se desarrolló un ensayo de inmunoterapia en un grupo de contactos de enfermos de lepra persistentemente Mitsuda negativos y en pacientes lepromatosos. En 1973, se comenzó la aplicación de la mezcla en 6 enfermos con lepra lepromatosa, bacteriológicamente negativos después de años de tratamiento sulfónico, en 6 enfermos con Lepra Indeterminada, persistentemente Mitsuda negativos y en 6 contactos. A los enfermos se les aplicó varias dosis de la mezcla en 1 a 2 años y a los contactos 1 sola dosis. Se observaron cambios inmunológicos en todos los pacientes y contactos con positivización del Mitsuda y de la respuesta al antígeno soluble.

Estos cambios inmunológicos se mantienen hasta el presente. Posteriormente, en 1979 se amplió el grupo con 25 contactos de enfermos LL, persistentemente Mitsuda negativo, 46 enfermos con Lepra Indeterminada con Mitsuda persistentemente negativo después de varias aplicaciones de Mitsuda Standard y de varias vacunaciones BCG; 155 enfermos LL o BL bacteriológicamente negativos o con escasos bacilos después de prolongado tratamiento sulfónico y 351 enfermos LL y BL activos clínica y bacteriológicamente.

Los resultados obtenidos en este grupo fueron muy alentadores y sirvieron de base para un ensayo a gran escala de Inmunoprofilaxis. Este ensayo se está realizando en la actualidad en 4 estados de Venezuela que constituyen áreas endémicas de lepra.

Los cambios inmunológicos que se observaron en el grupo de inmunoterapia fueron los siguientes:

De los 155 enfermos LL y BL inactivos, 59% se hicieron positivos al antígeno soluble y 72% positivizaron el Mitsuda.

De los 351 enfermos LL y BL activos, un 58% positivizaron el antígeno soluble y 73% positivizaron el Mitsuda. En este grupo se observaron fenómenos clínicos e histológicos muy interesantes que fueron interpretados como cuadros de reversión. Las modificaciones clínicas observadas son: limitación de las lesiones, aparición de nuevas placas limitadas que corresponden a cuadros clínicos de BB o BT y negativización bacteriológica en un porcentaje del 60% .

El material histológico de estos cuadros de reversión fué estudiado en una Reunión de expertos patólogos internacionales realizada en Caracas, en 1983, encontrándose que un 85% de los cuadros histológicos de reversión después de la vacunación, correspondían a un cambio en el espectro de LL o BL hacia BB o BT. En 2 casos de los estudiados no se encontraron lesiones correspondientes a lepra.

El grupo de los 46 enfermos indeterminados vacunados es muy interesante, pues los cambios inmunológicos de positivización del sobrenadante y del Mitsuda se observaron en la totalidad del grupo. En algunos de estos pacientes se observó sobre las manchas hipocrómicas y en los miembros, una erupción papulosa. La biopsia de esta pápulas demostró un granuloma tuberculoide libre de bacilos. La pigmentación de las manchas se logró en 96% de los casos en el transcurso de 2 a 3 años.

Todos los contactos incluidos en la experiencia positivizaron el antígeno soluble y el Mitsuda después de 1 sola vacunación, excepto en 2 personas que hubo necesidad de aplicar 3 dosis.

Todos los pacientes, excepto un pequeño grupo, fueron sometidos a quimioterapia durante el proceso de vacunoterapia. Las reacciones secundarias a la vacunación fueron muy leves. Algunos pacientes presentaron malestar general y febrícula las 48 horas posteriores a la vacunación. En un pequeño número de casos entre 1 mes y 1 1/2 mes después de cada dosis presentaron malestar general y artralgias que fueron yugulados en tiempo muy corto con dosis moderadas de corticoesteroides.

Este estudio continuará con la observación de los pacientes y la corroboración de los cambios inmunológicos en el transcurso de varios años.

Los resultados encontrados en inmunoterapia señalaron el camino para el estudio de inmunoprofilaxis realizado en los Edos. Apure, Táchira, Mérida y Trujillo. En un estudio preliminar se estudiaron 2.659 contactos intra y extra domiciliarios de enfermos de lepra.

Estos contactos fueron probados con antígeno soluble a fin de detectar a los susceptibles de contraer la enfermedad; es decir a los que presentaron negatividad al antígeno soluble. De éstos se vacunaron con la mezcla 308 personas encontrándose una positivización de la prueba intradérmica a los 2 meses en un 98% . En un control al año se encontró la persistencia de la positividad en un 90% . El grupo control se vacunó con BCG sólo y estuvo constituido por 180 personas. Este grupo presentó una positividad de la reacción en un 80% a los 2 meses, pero al año esta positividad decreció permaneciendo positivos sólo un 25%.

Un ensayo de mayor envergadura se realiza en la actualidad en estas mismas zonas estudiando 60.000 contactos intra y extra domiciliarios. Los resultados obtenidos hasta ahora son realmente alentadores, pues definen que la mezcla de ML más BCG podría ser el camino para la erradicación de la endemia actuando sobre el grupo de población general susceptible a enfermarse.