Baruj Benacerraf es un venezolano que ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1980, por sus descubrimientos relacionados con estructuras determinadas por la genética en la superficie de la célula que regulan las reacciones inmunológicas, más concretamente los genes que regulan el Complejo mayor de histocompatibilidad. Que es la clave para las pruebas de paternidad y el análisis del sistema inmunológico.
El complejo mayor de histocompatibilidad humano, o sistema HLA, está localizado en el brazo corto del cromosoma 6. Sus genes codifican tres tipos de moléculas. Los antígenos clase I (HLA-A, B, C y E) están formados por una cadena pesada unida no covalentemente a la β2-microglobulina y se expresan en la superficie de la mayoría de las células nucleadas del organismo. Estos antígenos actúan como elementos de restricción en la activación de los linfocitos T CD8+. Los antígenos clase II son dímeros compuestos por cadenas α y β y su distribución tisular está limitada sólo a algunos tipos de células. Estas moléculas actúan restringiendo la presentación de antígenos a los linfocitos CD4+. Los antígenos de clase III son proteínas plasmáticas del sistema del complemento. Los diferentes loci del sistema HLA son muy polimórficos y sus productos se heredan en bloques conocidos como haplotipos. Debido a que los diferentes grupos étnicos presentan variaciones en la frecuencia de ale ios y haplotipos, el HLA ha sido muy útil en los estudios antropogenéticos.
Algunos antígenos HLA están presentes en pacientes con determinadas enfermedades con una frecuencia significativamente diferente a la encontrada en la población general. Estos hallazgos han sido de gran importancia para comprender la patogénesis y los mecanismos genéticos de resistencia o susceptibilidad a dichas enfermedades. En el campo de los transplantes de órganos, la compatibilidad HLA donante-receptor correlaciona con la sobrevida del injerto. El sistema HLA también parece tener mucha importancia en los fenómenos inmunológicos que ocurren durante el embarazo.
Debido a la gran importancia teórica y práctica del sistema HLA en genética, inmunología y medicina en general, su estudio continuará siendo un campo muy activo de investigación básica y clínica.