Humberto Fernández Morán nació en Maracaibo el 18 de febrero de 1924. Pasó el resto de su infancia y adolescencia entre Curazao, Estados Unidos, Venezuela y Alemania, donde culminó sus estudios de bachillerato para luego matricularse en la facultad de medicina de la Universidad de Munich. Allí finalizó sus estudios a los 21 años, con los máximos honores.
En 1944 regresó a Venezuela, y laboró en el hospital psiquiátrico de Maracaibo. Los dos años siguientes los dedicó a la realización de una especialización en Neurología y Neuropatología en los Estados Unidos. De esta experiencia surgió la creación del "bisturí de diamante", empleado mundialmente para cortes ultrafinos tanto de tejidos biológicos como de muestras lunares traídas a la Tierra, convirtiéndose por ello en el primer venezolano y único latinoamericano en recibir el galardón John Scott en Filadelfia, luego de lograr otras patentes de la útil herramienta.
Paralelamente, este bisturí se emplea en la producción de lentes ópticos de alta precisión y como escalpelo en microcirugía.
En 1946 se trasladó a Estocolmo para trabajar en el Hospital Serafimer, y tal fue el efecto que causaron en él las muertes producto de tumores malignos, que decidió enfocar sus investigaciones hacia la organización de las células tumorales. Ese mismo año visitó al Prof. Manne Siegbahn (Premio Nobel de Física, 1924), quien lo invitó a trabajar en los laboratorios de microscopía electrónica del Instituto Nobel de Física que dirigía. Allí se formó entonces como microscopista electrónico, y concibió la crio-ultramicrotomía 1 y la cuchilla de diamante para ultramicrotomía 2, con la que logró más de una docena de patentes. Fernández-Morán regresó a Venezuela en 1954 invitado para desarrollar un centro regional para investigación y entrenamiento en investigaciones neurológicas y cerebrales.
En 1946 se trasladó a Estocolmo para trabajar en el Hospital Serafimer, y tal fue el efecto que causaron en él las muertes producto de tumores malignos, que decidió enfocar sus investigaciones hacia la organización de las células tumorales. Ese mismo año visitó al Prof. Manne Siegbahn (Premio Nobel de Física, 1924), quien lo invitó a trabajar en los laboratorios de microscopía electrónica del Instituto Nobel de Física que dirigía. Allí se formó entonces como microscopista electrónico, y concibió la crio-ultramicrotomía 1 y la cuchilla de diamante para ultramicrotomía 2, con la que logró más de una docena de patentes. Fernández-Morán regresó a Venezuela en 1954 invitado para desarrollar un centro regional para investigación y entrenamiento en investigaciones neurológicas y cerebrales.
El investigador fundó el Instituto Venezolano de Investigaciones Neurológicas y Cerebrales (IVNIC) en abril de ese año, como un ente gubernamental autónomo adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. El IVNIC (llamado IVIC desde 1959) fue sede de la Biblioteca Científica de Latinoamérica, del primer reactor nuclear y de investigaciones que colocaron a Venezuela en el panorama científico mundial, gracias a la labor e iniciativa del médico y su equipo.
En 1958, tras desempeñar por apenas diez días el cargo de ministro de educación, Fernández-Morán viaja a los Estados Unidos para trabajar en el Massachusetts General Hospital de Boston y colaborar con el reconocido Instituto de Tecnología de Masschussets (MIT). En 1962, asumió el cargo de profesor de Biofísica en la Universidad de Chicago sin dejar de lado sus trabajos en el concepto de crio-microscopía electrónica, el uso de lentes superconductoras y el crio-ultramicrotomo.
En 1958, tras desempeñar por apenas diez días el cargo de ministro de educación, Fernández-Morán viaja a los Estados Unidos para trabajar en el Massachusetts General Hospital de Boston y colaborar con el reconocido Instituto de Tecnología de Masschussets (MIT). En 1962, asumió el cargo de profesor de Biofísica en la Universidad de Chicago sin dejar de lado sus trabajos en el concepto de crio-microscopía electrónica, el uso de lentes superconductoras y el crio-ultramicrotomo.
En 1985 viajó a Estocolmo, donde residió hasta su muerte, acaecida en 1999. Afortunadamente, sus contribuciones aún siguen siendo la base de numerosos estudios en medicina, biofísica, bioquímica, citobiología, criobiología, endocrinología, física de bajas temperaturas, genética, neurofisiología, ultraestructura celular y virología. Durante su carrera, Fernández-Morán fue galardonado en diversas ocasiones tanto en Venezuela, como en el exterior, por sus contribuciones con distinciones como el Sillón XXVI de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, la designación en su honor del Departamento de Biología Estructural Humberto Fernández-Morán, la Orden del Libertador; Orden Francisco de Miranda, Grado de Comendador; Orden "Dr. Enrique Tejera París"; Profesor Honorario de la Universidad del Zulia; Orden y Título de Caballero de la Estrella Polar conferida por el Rey de Suecia; Medalla Claude Bernard de la Universidad de Montreal; Honoris Causa de la Universidad de Milton; Premio Médico del Año otorgado en Cambridge y un Reconocimiento Especial otorgado por la NASA con motivo del décimo aniversario del Programa Apolo.
Un venezolano ilustre. Es así como puede definirse a este hombre de ciencia quien con sus aportes hizo de Venezuela, cuna de investigaciones que hoy día son referencia obligada para el desarrollo tecnológico mundial.